La victima (o/e), dice a todo que Sí, es como si tuviera una especie de piloto automático, y esto lo podemos entender porque la victima (o/e) evita los conflictos a como dé lugar. En algunas oportunidades, y tal vez en la mayoría de las ocasiones, la victima (o/e) dice un Sí cuando en realidad es un No, sin embargo, desdecirse le genera tanto dolor interno que termina cediendo frente a los deseos, favores y peticiones de los demás.
Es en este punto donde se desdibujan los Límites. Simplemente no puede poner límites porque eso significaría aprender a decir NO.
Esto se justifica porque la victima (o/e) sabe y tiene la experiencia de vivir en presencia con su polaridad el victimario (a/e) quien no acepta un No por respuesta (ya que esto genera conflicto). El conflicto se resolverá mediante la violencia física, verbal, psicológica, sexual, monetaria y, la más dolorosa de todas, la Indiferencia. Por lo anterior nuestro victimario (a/e) también tiene desdibujados los límites del otro, arremete y se adentra más allá de lo que podría ser saludable.
Nuestro victimario(a) no acepta un No por respuesta, y tiene técnicas muy sutiles como por ejemplo la insistencia a diferentes horas del día, cobrar favores realizados en el pasado, mostrarse incapacitado(a), incluso usar una enfermedad y el dolor como manipulación para conseguir ese tan anhelado Sí.
Te dejo la inquietud, para que te hagas las siguientes preguntas:
¿Soy consciente de mi piloto automático del Sí a todo?
¿Logro establecer límites saludables en las relaciones familiares?
¿Logro establecer límites saludables en las relaciones laborales?
¿Logro establecer límites saludables en las relaciones de pareja?
¿Logro establecer límites saludables en las relaciones conmigo mismo (a)?
¿Qué me pasa cuando recibo un NO por respuesta?
¿Acepto respetuosamente los límites de los demás?
By Anónimo Ego (A.E)
María José Tardón García
Humana en cuerpo de mujer tratando de experimentar el Ser
Espejos y Fractales del Alma
@efdalma
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