Todavía recuerdo el primer día que llegué a terapia con María José, agradezco ese día, agradezco a la persona que me recomendó las sesiones y fue mi primer paso para potenciar mi amor propio. Desde ese día he decidido tomar este camino del autoconocimiento, aprendí a ser consciente de mí, a ponerle límites a mis personajes internos y no repetir programaciones que no me gustan, pero están tan arraigadas a uno que las repites sin tener conciencia y desvirtúan tu sentir, tu espíritu y tu alma.
Desde ese día empecé un trabajo duro, porque muchas veces no escuchas cosas bonitas, todos mis malestares físicos en la terapia me daba cuenta que estaba todo tan entrelazado que te pones a reflexionar y dices: «de verdad que depende todo de miii, nada más».
Agradezco este tiempo, agradezco mi crecimiento personal, profesional, mi amor propio a crecido infinito y siempre salgo de cada sesión más liviana.
Saludos
Yanira Labbé